Responsabilidad:
entendido como hacerse cargo de algo. Esto implica que si hablamos de un grupo,
este deberá tener unas leyes para su organización.
Regla
de oro: en muchas religiones es “tratad a los demás como queréis que ellos os traten”.
Esta regla consigue que tratemos a todos de una manera justa y buena.
Dignidad
humana: es el punto neurálgico del encuentro e implica que cualquier persona
nunca será un medio para conseguir algo.
Haz el
bien y rechaza el mal: este es un principio que supone un horizonte ya que
separa lo que beneficia a la humanización y lo que contribuye a la destrucción
del mundo.
Incondicionalidad:
es decir todo lo no depende de los gustos n de los beneficios que nos aporta.
Universalización:
la ética debe ser igual para todos.
En una
sociedad como la de hoy en día, estamos en contacto con personas de otras
culturas en todo momento. Por esto muchas veces se nos plantean conflictos
éticos que serán diferentes para cada persona según su cultura. En estos
conflictos lo principal es el respeto ante la otra persona, ya que aunque tenga
otro punto de vista también puede ser beneficioso escuchar. Cuando hay que
buscar una respuesta para estos conflictos debemos tener siempre la intención
de llegar a un consenso, para esto debemos confiar también en la otra persona
ya que sino, no llegaremos a ningún acuerdo, ya que los dos buscamos el máximo
beneficio.