viernes, 28 de febrero de 2014

7. DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA



La doctrina social de la Iglesia católica es un conjunto de normas y principios referentes a la realidad social, política y económica de la humanidad basado en el Evangelio y en el Magisterio  de la Iglesia católica.

Según la Doctrina Social de la Iglesia, la persona humana, por estar hecha a imagen y semejanza de Dios, posee una dignidad que la hace superior a los demás seres creados.
Por ello debemos respetarnos y ayudarnos entre todos para superar nuestros problemas debido a esa capacidad que tenemos de pensar y comunicarnos mediante un lenguaje.

4. LOS DERECHOS HUMANOS:



Los motivo y las finalidades del preámbulo es conseguir que todas las personas tengan y respeten los derechos y la dignidad de todas las personas, por ello debemos respetarnos todos mutuamente. Hemos elegido el primer derecho ya que es el que más representa a la actualidad debido a que todas las personas nacemos libres e iguales, pero con el tiempo no todos somos tratados de la misma forma que los demás.
    Algún hecho actual podría ser cualquier acto de violencia de género, debido a que esa persona que 
sufre la violencia no está siendo tratada por igual que el resto.

martes, 18 de febrero de 2014

Valores Cristianos

6. Amarás y gozarás la vida sin egoísmos.

Todas las personas debemos compartir lo que tenemos con los demás, ya que si alguna vez en nuestra vida necesitamos que alguien nos de algo debido a que nos podemos encontrar en una mala situación pues si es una buena persona te ayudará porque en el momento que esa persona lo necesitaba le ayudó.



Una ética mundial

Una ética mundial podría ser necesaria para que todas las religiones se unan y se pongan en común todas aquellas cosas que las religiones quieran mantener y las demás quieran aceptar, por lo que habría un gran acuerdo mundial entre las distintas religiones lo cual podría hacer que no hubiese distinciones ni abusos por pertenecer a una religión diferente al resto.
Para conducirse de forma verdaderamente humana vale ante todo aquella regla de oro que, en el transcurso de milenios, se ha ido acreditando en muchas tradiciones éticas y religiosas: No hagas a los demás lo que no quieras para ti. Un principio que tiene un planteamiento positivo: Haz a los demás lo que quieras que te hagan a ti. Esta debería ser norma incondicionada, absoluta, en todas las esferas de la vida, en la familia y en las comunidades, para las razas, naciones y religiones.
El proyecto de ética mundial se articula en torno a tres grandes afirmaciones: 1. “No hay supervivencia sin ética mundial” 2. “No hay paz mundial sin paz religiosa”. 3. “No hay paz religiosa sin diálogo entre las religiones”. El tono musical, admítase, es netamente religioso si bien el programa está abierto a otras perspectivas como algunos textos de este volumen parecen confirmar. Lo que se viene a señalar insistentemente es que no es posible eludir la búsqueda de valores, finalidades y actitudes comunes a toda la humanidad, sin que ello comporte ningún menosprecio de las diferencias culturales o religiosas realmente existentes, que obviamente en ningún momento se aspira a anular o superar.


Rasgos de la ética

Responsabilidad: entendido como hacerse cargo de algo. Esto implica que si hablamos de un grupo, este deberá tener unas leyes para su organización.
Regla de oro: en muchas religiones es “tratad a los demás como queréis que ellos os traten”. Esta regla consigue que tratemos a todos de una manera justa y buena.
Dignidad humana: es el punto neurálgico del encuentro e implica que cualquier persona nunca será un medio para conseguir algo.
Haz el bien y rechaza el mal: este es un principio que supone un horizonte ya que separa lo que beneficia a la humanización y lo que contribuye a la destrucción del mundo.
Incondicionalidad: es decir todo lo no depende de los gustos n de los beneficios que nos aporta.
Universalización: la ética debe ser igual para todos.
                                                                                                                

En una sociedad como la de hoy en día, estamos en contacto con personas de otras culturas en todo momento. Por esto muchas veces se nos plantean conflictos éticos que serán diferentes para cada persona según su cultura. En estos conflictos lo principal es el respeto ante la otra persona, ya que aunque tenga otro punto de vista también puede ser beneficioso escuchar. Cuando hay que buscar una respuesta para estos conflictos debemos tener siempre la intención de llegar a un consenso, para esto debemos confiar también en la otra persona ya que sino, no llegaremos a ningún acuerdo, ya que los dos buscamos el máximo beneficio.

Dignidad humana

Se fundamenta en los derechos humanos y en que todos nacemos iguales, es decir, con la misma dignidad que todo el mundo. En la dignidad de una persona no importa ni su posición social, ni su poder adquisitivo. Es uno de los primeros valores que se debe respetar ya que de este surgen otra serie de valores como el de la justicia o el del respeto mutuo. La dignidad humana la tenemos desde el primer momento que nacemos.
Hoy en día parece que algunos derechos en los que se fundamenta la dignidad, no son iguales para todos. Últimamente con los escándalos de corrupción en los que están implicadas personas importantes nos parece ver que no a todas las personas se les aplica la ley y la justicia de la misma manera. También, vemos como hay personas durmiendo en la calle cuando en un principio tienen derecho a una vivienda. Estos 2 ejemplos son dos derechos humanos que no se cumplen, y en un principio son el fundamento de la dignidad.

La dignidad humana no son  solo derechos sino que también hay deberes  y deberíamos hablar también de respeto, ya que si no respetas la dignidad de una persona que te hace pensar que ella va a respetar la tuya.